En esta caravana de
figuración y configuración del panorama político en Venezuela es curioso ver
cómo elementos nuevos, pero nada novedosos se han estado anexando en la
pantalla pública.
Me refiero a los Actores
Políticos. Pero no precisamente me refiero a esas nuevas figuras que por
estudios, o por constancia y dedicación se han hecho un espacio dentro de esta-
no sé si digna –carrera que favorece a veces a muchos y en la mayoría de los
casos a unos pocos, poquísimos diría yo.
Me refiero a esos actores y actrices que durante un tiempo para acá han hecho de la escena cotidiana un
gran espectáculo, un big show les gusta a ellos decir porque es más “broadway”
más de su altura.
Si un actor o actriz de
renombre o con cierta fama en Venezuela decide salir a la palestra política
debe hacer del lado de la oposición, por que del lado del gobierno deja mucho
que decir, ya que aunque lo consideren un grande de la actuación lo harán ver
como un ignorante, un pata en suelo o un oportunista... y casos tenemos muchos.
Del lado de la oposición consiguen (según ellos) gente de más cultura, gente de arraigo dentro de las letras culturales internacional. Gente que le ayudará
a surgir (que malo no es) y aunque sus actuaciones dejen mucho que desear
lo harán ver como un Shekespeare ligado con Oscar Wilde tirando a Steven
Spielberg.
Ahora bien, como creerle a un
gran actor con cierta fama, que ha interpretado infinidad de papeles de manera convincente, que cuando se sienta en una silla, y mirando a la cámara descarga con mucho histrionismo un pequeño discurso lleno de rabia,
odio, seriedad, verdades a medias y mentiras completas… como creerle a una
actriz que desde la comodidad de su hogar nos dice que está pasando hambre, o
desde un salón del gimnasio al que asiste o dentro de su buen carro, también
dice que todo va mal... mientras que en sus instagram publican la temporada X de
sus exitosos monólogos a sala llena…¿?
Como creerles a estos
actores de la política cuando intentan ser los más patriotas de todos los
venezolanos, si sus discursos se lo dictan y lo proclaman bajo un mismo patrón
desde otros países. O cuando quieren tener o alcanzar cierta popularidad, no
hacen otra cosa que salir con una sarta de groserías e improperios, sin querer
que se le exija responsabilidad por sus actuaciones.
Decidirse es una responsabilidad, así que o son actores o son políticos...
Decidirse es una responsabilidad, así que o son actores o son políticos...
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