Lo que le fue ofrecido a un pueblo elector fue una mano,
pero no precisamente una mano amiga, no fue una mano para protegerte o para
ayudarte a levantar del piso o del lodo, no señor! La mano elector que se
ofreció fue la mano de un cambio, pero de un cambio que nunca se explicó, un
cambio que nunca se dijo de qué, porqué y para qué.
Estos tipos de gesto como el de la foto, es la verdadera
mano que se ofreció a un grupo de ingenuos que pensando que si se producen
cambios, estos cambios lo van a favorecer. Y precisamente gestos como este, es el que nos van a dar a la mayoría de los Venezolanos... una punta de lanza en el
cuello, en la garganta para que cualquier movimiento que se haga estaremos aniquilados o en otras palabras, nosotros mismos nos pusimos el cuchillo en el
cuello.
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